Este ensayo/cuento nació después de escuchar la canción "The Sound of Silence" (versión de Disturbed) y pensar en los ruidos del mundo que a veces te impiden escuchar tus propios sueños, y de leer un artículo sobre cómo la música puede ser una herramienta de motivación y visualización.*
Mis sueños para el futuro a menudo se sienten como melodías dispersas, fragmentos de ideas, esperanzas y aspiraciones que resuenan en mi mente. Para darles forma, para hacerlos más tangibles y para mantenerme motivado, decidí crear una "playlist" simbólica, una banda sonora de mis sueños futuros. No son solo canciones que me gustan, sino temas que, por su letra, su ritmo, su energía o la emoción que evocan, representan una meta, un valor o un sentimiento asociado a lo que aspiro a ser o lograr.
La primera canción en esta playlist imaginaria es "The Sound of Silence" (en la intensa versión de Disturbed). Puede parecer una elección extraña para representar un sueño, pero para mí, simboliza la necesidad de acallar el ruido externo, las expectativas ajenas, las dudas y los miedos que a menudo me impiden escuchar mi propia voz interior y mis verdaderos deseos. Mi sueño es tener la claridad y la fuerza para distinguir mi propio camino en medio del caos del mundo. Esta canción es un recordatorio de que, a veces, necesitas confrontar el silencio (o el ruido interno que disfrazas con distracciones) para entender qué es lo que realmente quieres. Representa la batalla contra la indecisión y la búsqueda de la autenticidad.
Luego viene "Don't Stop Me Now" de Queen. Esta es la inyección pura de energía y confianza. Representa la fase de ejecución de mis sueños: ese impulso imparable, la sensación de estar en racha, de disfrutar plenamente el proceso y de sentirse capaz de lograr cualquier cosa. La pongo (metafóricamente, o a veces realmente) cuando necesito un empujón para superar la pereza, cuando un proyecto se siente abrumador o cuando dudo de mis capacidades. Mi sueño, en este caso, es mantener esa pasión y esa energía a lo largo del camino, disfrutando cada paso del ascenso.
Una canción más tranquila, pero fundamental, es "Imagine" de John Lennon. Esta representa mi aspiración a un mundo mejor, a contribuir de alguna manera positiva a la sociedad, más allá de mis logros personales. Simboliza mis sueños de empatía, comprensión y conexión humana. No se trata solo de mi futuro individual, sino de un futuro compartido. Me recuerda la importancia de mis valores humanos y la esperanza de un mundo más justo y pacífico, y cómo mis propias acciones, por pequeñas que sean, pueden alinearse con esa visión más amplia.
"The Journey" (cualquier versión instrumental evocadora) representa la idea de que la meta no es lo único importante, sino el camino para llegar a ella. Mi sueño no es solo alcanzar un punto final (graduarme, conseguir un trabajo X, vivir en tal lugar), sino disfrutar y aprender del proceso. Los giros inesperados, los desafíos, los momentos de descubrimiento... la vida es el viaje. Esta música me inspira a abrazar la incertidumbre del futuro y a encontrar belleza y significado en cada etapa del camino.
Finalmente, incluyo "Here Comes the Sun" de The Beatles. Esta canción simboliza la esperanza, la superación de las dificultades y la llegada de tiempos mejores. Representa mi sueño de resiliencia, de saber que, no importa cuán oscuros sean los momentos, siempre hay luz al final del túnel. Es la banda sonora de la perseverancia y la fe en que, después de las tormentas, el sol siempre vuelve a brillar.
Mi playlist de sueños futuros es un mapa sonoro de mis aspiraciones y los valores que las sustentan. Cada canción es un ancla, un recordatorio de lo que busco, de la energía que necesito, del mundo que anhelo y de la fortaleza que debo cultivar. No es estática; sé que a medida que crezca y cambie, las canciones pueden variar, nuevas melodías se unirán a la lista. Pero la idea permanece: utilizar el poder evocador de la música para visualizar mis sueños, darles ritmo y emoción, y mantenerme enfocado en la travesía que me llevará hacia ellos, acallando, cuando sea necesario, el sonido del silencio del mundo exterior para escuchar la sinfonía de mis propias aspiraciones.
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